18 de abril de 2007

Zaragoza

Este fin de semana pasado decidimos ir a Zaragoza de visita. Allí, mi mujercita tiene familia, por lo que teníamos asegurado el recorrido turístico de la ciudad. Debo decir que es una ciudad preciosa, llena de monumentos y lo suficientemente grande como para no desbordarte. Puedes recorrer la cuidad de punta a punta en unos 40 minutos andando.
De la parte turística lo que más me gustó, como no, son las anécdotas y leyendas de la historia de la ciudad. Una de ellas, es la que afecta a la iglesia del Pilar, que realmente es la Iglesia de Santa María, y que debe su otro nombre a esta leyenda que dice que uno de los apóstoles (creo que Santiago) llegó a estas tierras a predicar después de la muerte de Cristo, pero no consiguió “fidelizar” más que a 6 fieles, por lo que entristecido por el poco éxito conseguido se sentó a la rivera del Ebro a pensar, cuando se le apareció la Virgen María en carne y hueso (pues era sobre el año 60 D.C.) acompañada de un séquito de ángeles que transportaban un pilar traido directamente de vete a saber dónde, pero sagrado. Y justo donde lo dejó se quedó. Esta aparición provoco el éxito de su predicación de la fé cristiana y la construcción de una pequeña iglesia alrededor del Pilar. Con el avance de los tiempos nuevas iglesias se han ido construyendo en el lugar de la anterior, pero siempre manteniendo en el mismo lugar el Pilar traído por la Virgen. Curioso, no?...

Además de todo esto, también tuvimos tiempo de salir por ahí, y de ver otras muchas cosas de Zaragoza como la muralla romana y un montón de detalles más de la ciudad.

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