26 de febrero de 2009

Carteles del Metro

Hoy, me ha llamado poderosamente la atención un cartel que he podido observar en el Metro:
Era un cartel que decía más o menos esto: ''Sube escaleras para cuidar tu salud''.
Y jústamente ayer, los dos tramos de escaleras que uso en Av. de América, estaban estropeados.
Aunque es bastante habitual que no funcionen algunos tramos de escaleras en esta estación.

¿Puede que esto del cartel sea una coincidencia?...
¿Puede ser que algún cachondo haya tenido un momento de inspiración?...
¿Puede que con el precio de los abonos mensuales, abonos de 10 viajes y billetes individuales, ganen tantísimo, que en lugar de dedicarse a renovar/reparar tramos de escaleras, se dediquen a promocionar el "deporte" forzoso?...

No quiero pensar qué lumbrera de nuestra política de patio de colegio, ha dado el visto bueno a ésto, pero me parece que, al precio del transporte y con la de problemas que tiene este medio, más les valdría destinar ésa cantidad a otras cosas más necesarias, o rebajar los billetes.
El hecho de no usar escaleras mecánicas o ascensores, que conste, me parece una muy buena idea, de hecho combino ambas opciones, subir escaleras + escaleras mecánicas, y reconozco que es un buen hábito (y más cuando se tienen unos ciertos parámetros físicos), pero cuando tienes la opcción de elegir...
Subir a pie porque no queda otra opcción es lo que me molesta.

22 de febrero de 2009

Día de domingo...

Otro día en el que los planes se me aparecen de repente...
Estaba en casa viendo el precioso y soleado día, cuando todos los planes que tenía, se fueron al garete, y tuve la oportunidad de coger la bici para dar una vuelta. Empecé como empezó Forrest a correr; primero hasta la Dehesa de la Villa, y luego me animé y fuí hacia Ciudad Universitaria, cuando ya estaba allí, me dije: "¿Y si voy al Parque del Oeste?... Una vez allí, no podía desperdiciar la bajada por la pista de arena hasta el puente sobre el Manzanares (Kwait), y ya, llegado a este punto, cómo me iba a quedar sólo ahi, teniendo la Casa de Campo tan cerca...
Mientras iba haciendo éste recorrido, me venían a la memoria, todas la veces que lo hice hace muchos años y, acompañado por amigos asiduos a la bici... Recuerdo un día especialmente bueno, creo que era al día siguiente de una fiesta (reyes o Navidad), por la mañana, cuando todo Madrid dormía, salimos a pedalear a todo lo que daban nuestras piernas (pese al frío), e hicimos ése mismo recorrido, pues para ir a la Casa de Campo, no teníamos más alternativas. Por suerte, ahora, podemos escoger más caminos, gracias al Anillo Ciclista. Buenos recuerdos, sí.
Tras dar una vuelta por la Casa de Campo, cuando decidí volver, me apeteció probar a volver por el Anillo, ya que la subida de Parque del Oeste no me animaba demasiado. Una vez pasado el Manzanares y la M-30, se presentaban ante mí dos opcciones de vuelta: Por la Dehesa de la Villa o por La Calle Arroyofresno, asi que como Arroyofresno ya la tenía vista, me fuí por la Dehesa de la Villa (camino que ya la habia hecho, con Jotül, pero cuando lo hice, me pareció que estaba sin terminar). Debo decir, que el camino es el mismo por el que fuí la otra vez, eso sí, la rodada ha hecho un camino más agradable, pero sigue dando la sensación de que está "sin terminar", ya que hay un momento incómodo en el que acaba el camino, y te ves de repente en una acera de la Carretera de la Dehesa de la Villa, con los coches pasando a toda velocidad a tu lado...
Salvo éso, y la subida por el camino, que también se hace un poco pesada, disfruté bastante. Hacía mucho tiempo que no me daba un paseo parecido... Al final fueron unos 16 Km, en una hora y media a ritmo pachón... :)
A ver si empiezo a ser más asiduo a estas salidas, y a poder ser acompañado...


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18 de febrero de 2009

Una anécdorta curiosa

Esta mañana iba en el Metro (ése vehículo infernal con tan falsa buena fama, atestado de gente), cuando al llegar a una estación, se ha quedado un asiento libre.
Aquí hacemos una pausa para pasar a vista de reportaje, tipo National Geografic, donde seremos meros espectadores de la extrema crudeza de la Naturaleza (humana):
Entonces, dos mujeres, como en un duelo del oeste, avistan el lugar ocupado por la nada... Dejan pasar unos segundos para culminar un duelo de voluntades e iniciativa, y justo a la vez, ambas se arrancan hacia el sitio como dos panteras sobre una presa herida. En el mismo instante, se dan cuenta de la situación; no están solas, están en una sociedad con normas de comportamiento, hay otra gente mirándolas... Entonces, sus caras mudan del gesto de la más completa hostilidad, del rictus de proteger lo que consideran tuyo, a la sonrisa más falsa e hipócrita que puedas imaginar, aderezandolo además con frases del estilo de: "Noooo, siéntate tú, que yo me voy a bajar ahora", "Nooo, gracias, de verdad, siéntate tú"... Culminado este extraño ritual, ambas se separan, como en un combate de boxeo cuando suena la campana, cada una a un extremo de vagón con el sitio vacío en medio... ambas mirándolo de reojo, pero con cara de suficiencia y orgullo. Entonces al abrirse las puertas, un chico con un periódico y ajeno totalmente a la tensión provocada segundos antes, hace del objeto de disputa su cómodo asiento... :)
Esto me confirma que las mujeres en el Metro, se vuelven salvajes, sólo hay que mirar como cuando hay un sitio libre, la mayor parte de las veces, es una mujer quien intenta apoderarse de él... Observadlo y veréis que estadísticamente, son más las féminas que pugnan por sentarse que los hombres.
Dejamos fuera de esto a todos aquellos que desconocen la educación. Éstos merecerían un capítulo a parte.

12 de febrero de 2009

The Zombie Simon Garth

Al igual que hace poco me compré un cómic de zombies, hojeando en una tienda, encontré este título: "The Zombie Simon Garth", tapas gordas y flexibles, muchas hojas y papel de calidad.
En un primer momento no me llamó demasiado la atención, pero a leer el breve resumen del final, me gustó mucho la idea. Un infectado, que no reacciona de la misma forma que los demás... Interesante. Es un recopilatorio de dos libros de cuatro partes cada uno (benditos recopilatorios).
No voy a desvelar la trama ni el argumento, pero debo decir que una de las sensaciones más importantes que transmite el cómic, es que el peligro mayor, no son los infectados, son los propios seres humanos, que llevados a situaciones límite, sacan a relucir lo peor que llevan dentro.
En cuanto al dibujo, no está mal, los "zombificados" están bien conseguidos, y los colores están marcados por el negro nocturno aderezado por fuegos variados.
Otra compra/adquisición recomendable.