11 de enero de 2013

MTB en la niebla

Dados los horarios de mi trabajo, algunos días, tengo la suerte de estar libre a la hora de la comida, momento que, a veces, aprovecho para tomar algo rápido antes de salir del trabajo, llegar a casa, cambiarme y coger la bici.
Lo mejor de esto es que, a las horas a las que lo hago y siendo entre semana, suelo estar poco acompañado, y las rutas o paseos que hago son una delicia. También tengo que puntualizar, que cuando iba a la Casa de Campo, tuve que modificar mis horarios y madrugar más, para evitar encontrarme con la multitud humana que circulaba por allí en fines de semana (perros y niños sueltos, grupos de gente ocupando el camino...). Cuando estaba volviendo para casa, era cuando la multitud salía.No me gustan los agobios de gente... :)
Estos días además, por el clima que estamos teniendo en Madrid, son aderezados con un poco de niebla, más o menos densa, lo que confiere a los paisajes un aire un tanto extraño; a lo que, añadida la soledad, conforma un paseo conmigo mismo, mi música, si es que llevo, y los sonidos propios de la bici y el terreno.
El mirar alrededor en el campo y ver limitada la visión del horizonte por una borrosa mancha blanca, me transmite una gran sensación de quietud y de tranquilidad. Por eso, pese al frío y a la humedad, estos paseos son una maravilla.
Sin niebla, también son paseos muy agradables, pero ésta le da una sensación casi onírica, vaporosa... No sé muy bien cómo explicarlo, sólo se entiende probándolo..


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